"Gracias por todo lo que me has dado, por lo especial que me has hecho sentir, por el brillo que me has puesto en la mirada, por las risas, por los besos y por todo el amor que me has dado. Gracias por ser como eres, honesto contigo mismo y con los demás: eso dice mucho de la persona que me ha querido y a la que he querido tanto. Si pudiese volver atrás no cambiaría nada, lo volvería a hacer, te volvería a amar como lo he hecho. Esto me ha merecido mucho la pena. Han sido los nueve meses más intensos y más mágicos que recuerdo, y volvería a repetir cada momento, porque me habré equivocado en muchas cosas, seguramente, pero siempre he hecho lo que sentía y lo que me nacía de dentro. Yo soy así y no sé hacerlo de otra manera. Sé que a veces te he hecho sufrir también, pero nunca ha sido con esa intención. De todas las mujeres que hay en el mundo, ninguna te habría podido querer más de lo que yo te he querido en mis circunstancias. Ninguna. Gracias por existir y por dejarme ser tu princesa. Gracias."
Hoy, muchos meses después, sólo se me ocurre algo más que añadir: gracias por seguir queriéndome hasta cuando menos me lo he merecido, cariño.
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